Estos días se ha venido hablando mucho del Recreativo de
Huelva y se seguirá hablando. Hay quienes opinan que la gente se moviliza por “un
equipo de fútbol” y no lo hace por cuestiones importantes como el paro, la
sanidad, la educación, los desahucios, etc. A esa gente me dirijo para decirle
lo siguiente:
El Recreativo de Huelva no es “un equipo de fútbol”, es “EL
EQUIPO”, es eso tan manido a decir por otros lares “Más que un club”, es la
Historia viva del fútbol español, este deporte que levanta pasiones, que hace
derramar lágrimas, tanto de alegría como de tristezas. Hace poco lo hemos
podido presenciar en la final de la Copa de Europa.
El Recreativo de Huelva es la seña de identidad de una
ciudad, de una provincia, es el sentimiento que poco a poco ha ido calando en
nuestros corazones. Siempre he defendido, que se puede ser sevillista, bético,
madridista, culé, colchonero, etc., pero de segundo “Siempre Recreativista”. Dar
de lado al Recre es olvidarse de nuestros padres, de nuestros ancestros y los
que puedan pensar así solo son unos malnacidos.
El Recreativo de Huelva no es sólo fútbol, es una empresa
compuesta de deportistas y personal no deportivo, una empresa abandonada por su
dueño como esos tipejos sin corazón hacen al abandonar a un perro en mitad de
la carretera.
Los jugadores como sabe el más profano tiene su sueldo
asegurado a final de junio, pero lo que han logrado junto a su guía porque más que
entrenador ha sido guía, Alejandro Ceballos, quedará en los anales de la
historia de este equipo. Entrenar, salir al campo cada domingo y dar todo lo
que puedes sabiendo que no te pagan un duro y que te hace falta para pagar el
alquiler y demás es de titanes. ¡Gracias muchachos!, ¡Gracias Alejandro! La afición
en ese trance ha sido fundamental, sentirse arropados como se sintieron desde
el Granada B fue definitivo. Ese día empezó todo.
De los empleados no deportivos decir que un día se les hará
JUSTICIA con mayúsculas. A día de hoy son 11 meses sin cobrar y nadie ha
faltado ningún día al tajo, lo sé por lo que me toca directamente. Han continuado
dando la cara en los despachos, resolviendo temas burocráticos, federativos,
buscando gente para poder pagar un bocadillo a los chavales de la cantera
cuando se desplazan fuera. Porque el Recre no es solo el primer equipo, hay
muchos más y lograr aquí también la heroicidad como es el caso del Recre B de
subir a Tercera División en estas circunstancias es para quitarse el sombrero. ¡Enhorabuena
chicos!, ¡enhorabuena Pavón! Esta intrahistoria es menos conocida pero no es
menos real. Aquí cada uno aportaba lo que podía porque en estas cuestiones sí
se dependía más directamente del que abandona al perro en mitad de la
carretera.
Si con estas breves pinceladas todavía no entiendes que dejar
caer al Recre es dejar caer a esta ciudad, a esta provincia, es que realmente
no entiendes nada, porque el Recre resume todo lo bueno y lo malo de esta
sociedad. Es transversal en todos los sentidos.
Ahora sí me dirijo a los que amamos al Recre y os digo “Confiad en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades”.
Saludos
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