jueves, 27 de marzo de 2014

De Adolfo a Mariano

Me tocó vivir la muerte de Franco y el advenimiento de la democracia estando en la Universidad y militando en el Partido Comunista, por lo que la historia de aquella época no me la tiene que contar nadie. Estuve en primera línea contra la dictadura mientras otros que van hoy de muy demócratas, y a la vez de izquierdas, parece que no iba con ellos.

Pero a lo que iba, el rey buscó a una persona para dirigir a este país y encuentra en Suárez lo mejor que había del régimen franquista. La jugada le sale bien, porque reconociendo que todos mostramos nuestro rechazo a ese nombramiento él tuvo la valentía, entre otras cosas de legalizar al PCE en la Semana Santa del 77 con la resistencia de lo más granado del régimen.

La oposición le fuimos fiel, pero oposición. Siempre fuimos de frente, críticos y cuando había que pactar se pactó. El PCE y el PSOE tuvieron que ceder y abdicar de algunas de sus premisas y a cambio todos participábamos de la vida democrática. Vinieron las elecciones constituyentes de 1977, y posteriormente las primeras legislativas de 1979. Durante todo ese período y más, los demócratas nos vimos asediados por ETA y por los franquistas que se negaban a admitir que España no era su cortijo. Fueron momentos de incertidumbre y desasosiego, pero él se mantuvo fiel a su hoja de ruta.

Llegó el nefasto 23-F y junto a Gutiérrez Mellado y Carrillo dignificaron la Cámara de Representantes y evitaron con su actitud firme de no tirarse al suelo que se mancillara al pueblo español, del resto de parlamentarios mejor no hablar. Sólo por ese gesto, por esa actitud ante los golpistas y traidores a este pueblo merece el reconocimiento que estos días se le tributa. Pero cuando veo a muchos de su partido que le traicionaron, luego emigrados al PP, desfilando ante su cadáver dan verdaderas náuseas.


Y en esto llegó Mariano Rajoy. ¿Habrá pensado tener algún día un funeral como el de Suárez? Como expresidente creo que sí, pero con la devoción y el respeto de la mayoría de los españoles creo que no, ya que pasará a la Historia como el Presidente de la democracia que más hizo sufrir a este pueblo, como el más odiado. Así sea.