Me tocó vivir la muerte de Franco y el advenimiento de
la democracia estando en la Universidad y militando en el Partido Comunista,
por lo que la historia de aquella época no me la tiene que contar nadie. Estuve
en primera línea contra la dictadura mientras otros que van hoy de muy
demócratas, y a la vez de izquierdas, parece que no iba con ellos.
Pero a lo que iba, el rey buscó a una persona para
dirigir a este país y encuentra en Suárez lo mejor que había del régimen
franquista. La jugada le sale bien, porque reconociendo que todos mostramos
nuestro rechazo a ese nombramiento él tuvo la valentía, entre otras cosas de
legalizar al PCE en la Semana Santa del 77 con la resistencia de lo más granado
del régimen.
La oposición le fuimos fiel, pero oposición. Siempre
fuimos de frente, críticos y cuando había que pactar se pactó. El PCE y el PSOE
tuvieron que ceder y abdicar de algunas de sus premisas y a cambio todos
participábamos de la vida democrática. Vinieron las elecciones constituyentes de
1977, y posteriormente las primeras legislativas de 1979. Durante todo ese
período y más, los demócratas nos vimos asediados por ETA y por los franquistas
que se negaban a admitir que España no era su cortijo. Fueron momentos de
incertidumbre y desasosiego, pero él se mantuvo fiel a su hoja de ruta.
Llegó el nefasto 23-F y junto a Gutiérrez Mellado y
Carrillo dignificaron la Cámara de Representantes y evitaron con su actitud
firme de no tirarse al suelo que se mancillara al pueblo español, del resto de
parlamentarios mejor no hablar. Sólo por ese gesto, por esa actitud ante los
golpistas y traidores a este pueblo merece el reconocimiento que estos días se
le tributa. Pero cuando veo a muchos de su partido que le traicionaron, luego
emigrados al PP, desfilando ante su cadáver dan verdaderas náuseas.
Y en esto llegó Mariano Rajoy. ¿Habrá pensado tener algún
día un funeral como el de Suárez? Como expresidente creo que sí, pero con la
devoción y el respeto de la mayoría de los españoles creo que no, ya que pasará
a la Historia como el Presidente de la democracia que más hizo sufrir a este
pueblo, como el más odiado. Así sea.